lunes, 28 de noviembre de 2011

[YeWook] Amor de Sal

Pareja: YeWook
Genero: Lemon, Yaoi, Romance
Clasificación: NC-17
Comentarios de la Autora: Este shot se me ocurrio al oir la cancion amor de sal, del sueño de morfeo, pero en si no es un song-fic.


Amor de Sal


Todos los miembros del famoso grupo sur coreano “Super Junior” se encontraban en una hermosa y, que decir,  grande casa de playa. Unos, como era el caso de Sungmin y Kyuhyun, conversaban sentados en el sofá cogidos de la mano y sonriendo. Otros como Donghae y Eunhyuk jugaban al baloncesto en el patio que la casa tenia. Leeteuk y Heechul se encontraban en la cocina “intentado” cocinar algo decente, pues el manager les había prohibido a Ryeowook y a Sungmin cocinar nada. Siwon y Shidong se encontraban en el salón de la casa viendo una película, de género cómico. Zhoumi se encontraba escuchando al joven Henry practicar con su violín.

Ryeowook caminaba tranquilamente por la playa dejando que los granos de arena rozaran sus piernas y le produjeran un ligero cosquilleo. Necesitaba aclarar algunas ideas y estar en la casa no le ayudaba.


Pero desde hacía un rato sentía que le seguían. Tenía miedo de que fuera una acosadora, quería mucho a sus fans, pero algunas eran verdaderas locas. Aceleró el paso, intentado alejarse. Pero seguía sintiendo esa presencia detrás de suya.

Ryeo se giro, el miedo le había podido, y entonces alcanzo a ver a su “acosador”. Un grito y un posterior suspiro todo ello conjuntamente con un movimiento de mano hacia el pecho  provoco que ambos jóvenes rieran.

-Hyung me asustaste- dijo el joven el cual continuaba con su mano sobre el pecho, donde su acelerado latido disminuía ligeramente.

-Perdona Ryeo- contesto Jong-Woon sonriendo.

-¿Qué haces aquí Hyung?- pregunto, mientras el mayor se acercaba a esta el quedando ambos a la misma altura.

-Le pregunte a Sungmin dónde estabas, pero no sabía, y Kyuhyun me dijo que te vio salir, y….

-¿Te preocupaste por mi?- pregunto el castaño.

-No…- dijo el mayor, el cual comenzaba a sonrojarse.

Ryeo sonrió y acaricio levemente las mejillas de su Hyung, Yesung alcanzo a ver que los ojos de Ryeowook estaban rojos y que tenia ligera marcas húmedas- Gracias- dijo el pequeño- Pero no deberías preocuparte- añadió, para después girarse y continuar su paseo por la playa.

Yesung le vio seguir caminando.

-Ryeo- le llamo, el menor se giro- ¿Qué te ocurre?- preguntó acercándose de nuevo.

-Nada- contestó el pianista en voz baja, mientras sonreía.

-¿Por qué será que no te creo?- dijo Yesung mientras agarraba las manos del joven y depositaba un suave beso sobre ellas.

Ryeo miro los ojos de Yesung, dejándose arrastrar por esas orbes negras que amaba.

-¿Qué te pasa pequeño?- preguntó Yesung, mientras lo encarcelaba entre sus fuertes brazos, Ryeo dejo su cara reposar sobre el pecho de moreno.

-Hyung, ¿Estar enamorado es un delito?- preguntó alzando su cabeza para mirar intensamente al mayor, Yesung bajo su cabeza y vio como la pregunta era sincera.

-No- contestó Yesung, Ryeo apretó sus manos sobre la ropa del mayor arrugando la camiseta del mayor.
Yesung no entendía el sufrimiento del menor, pero apretó su abrazo.

-¿Entonces porque siento que esto no estaba bien?- volvió a preguntar el joven mientras pequeñas lagrimas volvían a escapar de sus ojos.

-¿El que no está bien Wook?- preguntó el mayor, mientras escuchaba como unos ligeros hipidos escapaban de los labios del castaño.

-Estar enamorado de un hombre- contestó, Yesung se separo levemente del pequeño, Ryeo no se sorprendió, seguramente el mayor no le agradaría estar ahora  con él.

-¿De quién te enamoraste Ryeo?- preguntó el mayor, Ryeo tenía su cabeza gacha, lo cual no le permitía ver los ojos del mayor.

Wook se separo del mayor, seco sus lagrimas y le sonrió- No importa- añadió mientras volvía a girarse.

Yesung no entendía nada, pero a la vez entendía como se sentía Ryeo. Se fijo como el pequeño se sentaba sobre la arena, colocando la toalla que tenía en las manos sobre ella pero sin extenderla, y miraba al atardecer con su cabeza apoyada sobre sus rodillas. Se sentó a su vera, observando el delicado rostro de Ryeo, sus mejillas sonrojadas, pudiera ser de la vergüenza que tenía o porque el sol había incidido tanto en ellas que las había quemado levemente. Y sintió su corazón latir rápidamente.

-Sabes- comenzó Yesung, después de unos minutos de silencio- No creo que estar enamorado de un hombre sea un delito, estar enamorado es un don- comento el mayor- es algo que solo los seres puros pueden sentir- contesto- me alegro de que estés enamorado Ryeo- Como yo, se dijo a si mismo.

-¿no te doy asco porque me gusten los hombres?- pregunto el joven, mirando a su Hyung.

-Nunca me darías asco Wook- contesto el mayor, mirando a su compañero de grupo, regalando una hermosa sonrisa- Estas enamorado, el corazón no elige a quien amar- contesto.

-¿Has estado enamorado?

-No he estado, estoy- contesto Yesung, manteniendo su mirada al frente viendo como el sol casi desaparecía por el horizonte.

-Me alegro Hyung- contesto Ryeo, pero su voz había sonado apagada.

-¿Quieres saber de quién estoy enamorado?- le pregunto, Ryeo no se atrevía a contestar, ¿Deseaba saber a quién amaba su Hyung?

Yesung podía leer la inseguridad en los ojos de Ryeo, pero tenía que decírselo.

-Estoy enamorado de una persona hermosa- comenzó el mayor, Ryeo le escuchaba aunque no lo deseara- Desde hace años esa persona ha formado parte de mi vida. Es única, tiene una gran voz y una sonrisa que me hace suspirar, aunque no lo sabe- comento, Ryeo comenzó a llorar silencioso mirando al mar, se alegraba de que su Hyung se hubiera enamorado de una chica, al parecer hermosa- Es muy inteligente, aunque esa persona es más pequeña que yo- siguió hablando Yesung- Y tiene unos ojos que adoro, son muy expresivos y me dicen todo lo que piensa, pero odio verlos llorar como lo hacen ahora- finalizo Yesung, Ryeo tardo unos segundos en terminar de analizar la frase, giro su cara levemente para mirar al mayor el cual le sonreía- Te amo- le dijo con mejillas rojas y a escasos centímetros de su cara.

-Hyung…- pero Yesung se había apoderado de sus finos labios, dejando un suave cosquilleo sobre ellos.

Ryeo estaba estático, ¡Yesung le estaba besando!

Sus labios jugaban con los suyos, dejando un ligero sabor mentolado sobre ellos. Los dientes de Yesung se clavaron levemente sobre su labio inferior, haciendo que un ligero gemido escapara de su boca. Cuando se separaron Yesung sonreía, y Ryeowook estaba rojo.

-Te amo, Wook. Y espero que tu a mí, porque sino creo que he metido la pata hasta el fondo- susurro le mayor sobre sus labios, mientras le miraba intensamente.

-Yo… También te amo Hyung- le dijo sobre sus labios, provocando ligeros roces que daban descargas eléctricas.

Yesung sonrió, haciendo que sus marcados mofletes se hincharan, haciendo que Ryeo sonriera.

Con cuidado el mayor agarro la cara del castaño, para después volver a besar esos finos y suaves labios. Lentamente hizo que RyeoWook se fuera acostando sobre la fina arena, con el encima. Sus cuerpos estaban totalmente pegados.

Las manos de RyeoWook fueron al cuello de Yesung, mientras que las de este bajaban hasta la cintura del pequeño.

El beso suave y parsimonioso, comenzó a tornarse apasionado, tanto que provoco que el aire faltara en sus pulmones.

-Te amo- repitió Yesung, mientras besaba el fino cuello de su dongsae.

-Te también te amo, Hyung- le contesto el menor entre ligeros gemidos, jugaba con sus cabellos, haciendo que las finas hebras se enredaran entre sus dedos.

Yesung se separo levemente de Ryeo, y observo al menor.

-Eres hermoso- le dijo mientras acariciaba su cara con sus pequeñas manos, Ryeo le sonreía con mejillas sonrojadas.

Las manitas de Yesung se colaron debajo de la camiseta del pianista retirándola lentamente, dejando expuesto el blanco pecho del menor. Las manos de Ryeo realizaron la misma acción dejando al descubierto el moreno pecho del mayor, moreno comparado con el suyo propio.

Sus labios volvieron a colisionar, en un beso intenso pero lento. No había prisa, solo ellos dos, y la playa como testigo.

El sol casi oculto dejaba un reflejo anaranjado, el cual dibujaba sus siluetas sobre la arena.

Entre el beso, terminaron girando, haciendo que fuera Yesung el que terminara acostado sobre la arena y Ryeo sobre sus caderas. Se sonreían como tontos. Mientras sus manos continuaban recorriendo el cuerpo amado.

Yesung se incorporo quedando sentado, pegando su pecho al de Ryeo. Sus pieles ardientes contactaron provocando que una placentera corriente recorriera cada molécula de su cuerpo.

Las manos de Yesung, descendieron por todo el cuerpo de Ryeo hasta llegar a su trasero, donde se posaron, acariciándolo. Ryeo tenía su cara escondida en el hueco del cuello del mayor, dejando que sus gemidos chocaran contra el fino cuello del moreno.

Lentamente Yesung volvió a tumbar a Ryeo y a continuación retiro sus pantalones, que eran en realidad un bañador hasta las rodillas, haciendo que el desnudo cuerpo de Ryeo quedaba expuesto a sus ojos.

-Hermoso- volvió a repetir, para después comenzar a besar cada trozo de piel que había a su alcance.

Los gemidos de Ryeo no se hicieron esperar. Estos eran música para los oídos de Yesung. Los labios de Jong-Woon besaron el hueso de la clavícula de Ryeo, para después comenzar a bajar lentamente por su pecho, dejando un ligero rastro húmedo. Su lengua delineo los abdominales de Ryeo, los cuales comenzaban a marcarse por los entrenamientos. Sus dedos acariciaban los costados de su pecho, mientras que los de Ryeo se enterraban en la fina arena, esta se pegaba a su espalda, pues comenzaba a sudar.

Yesung bajo hasta el erecto miembro de Ryeo y lo acaricio suavemente, dejándolo como un ligero contacto.  Los labios de Yesung fueron hasta esa palpitante erección, la cual lamio delicadamente, arrancando un ronco gemido a Wook. El mayor sonrió y volvió a repetir la acción.

Los gemidos de Ryeo comenzaban a ser más intensos y seguidos. Lo que hacía a Yesung aumentar la intensidad de sus lamidas y succiones.

-Hyung- gimió Ryeo- Para Hyung.

-¿Por qué?- pregunto Yesung, haciendo que su aliento chocara sobre el miembro de Ryeo.

-Porque no aguantare- fue la escueta respuesta del menor, lo que provoco que Yesung sonriera, pero eso no logro que Yesung dejara de lamer la erección del menor.

Ryeo, cogiendo fuerzas que no sabía que tenía, logro retirar a Yesung de su miembro, para acercar después sus labios a los suyos.

-Te dije que lo dejaras- le dijo sobre sus labios.

-Es que eres adictivo- le contesto antes de volver a besar sus labios.

El moreno quería tocar cada parte del cuerpo de Ryeo, pero se dio cuenta que la arena se había pegado a sus cuerpos. Miro a Ryeo a los ojos y se mordió el labio inferior.

-Vamos- le dijo mientras se levantaba y retiraba el también su bañador.

El menor le miro, pero también se levanto, agarrando la mano que el mayor se le tendía. Y así juntos fueron hasta el agua.

-Te tengo que limpiar bien- le dijo mientras ambos entraban en el agua, fría contrastada con su caliente piel.

Se metieron hasta que esta les llego hasta las caderas. Yesung rodeo sus brazos a la fina cintura de Ryeo mientras este subía las suya hasta el cuello del mayor, para comenzar a jugar con sus cabellos. Sus labios volvieron a encontrarse.

El sol ya extinto en el cielo, había dejado paso a la luna llena que iluminaba todo dejando ver dos cuerpos en el mar, y como las olas del mismo mojaba sus cuerpos, limpiando los restos de la arena. Ambos se miraron tras separar sus labios y volvieron a sonreírse.

-Te amo Wooki- repitió el mayor, mientras daba ligeros besos desde la mejilla de Ryeo hasta su cuello.

-Yo también te amo Hyung- respondió el pequeño mientras bajaba sus manos por el definido cuerpo de Yesung.

-Wooki, ¿estás seguro de que quieres esto?- el menor le miro intensamente y su respuesta fue únicamente sus labios sobre los del mayor.

Las manos de Yesung bajaron hasta el trasero el menor, el cual comenzó a acariciar y masajear, provocando que ligeros gemidos. Lentamente un dedo comenzó a adentrarse en el interior de Ryeo, esa intromisión fue dolorosa, no solo por la intromisión en si, sino también por la sal del mar.

-Hyung, me duele- dijo el pequeño, Yesung se separo y le miro a los ojos.

-Salgamos- dijo el mayor, tomo a Ryeo de la mano y juntos salieron del agua.

Así ambos volvieron a la arena, pero esta vez extendieron la toalla que el menor había cargado, era bastante grande, lo que dejaba espacio para que ambos pudieran moverse sin problemas.

Ryeo se tumbo sobre la toalla, y Yesung se coloco entre sus piernas. Volviendo a unir sus labios en el proceso.

-Hyung… inténtalo… de… nuevo- decía Ryeo entre besos.

El mayor volvió a dirigir sus dedos a la entrada del menor, donde comenzó a introducir uno lentamente, esta vez fue un poco menos molesta que la anterior, cosa que Ryeo agradeció. Poco a poco el pequeño cuerpo de Ryeo se iba a acostumbrado a la intromisión, Yesung dándose cuenta de ello introdujo un segundo dedo. El cuerpo de Ryeo se encorvó, haciendo que su espalda se alzara del suelo.

-¿Paro?- pregunto el mayor demasiado preocupado, el menor negó con su cabeza.

-Te quiero en mi interior- fue la respuesta de Ryeo, el cual agarro la cara de Yesung entre sus manos y unió de nuevo sus labios en un fogoso beso.

Yesung continuo estimulando la entrada de Ryeowook, con su mano libre sobre el miembro del menor y sus labios besando los del eternal-magnae, como si no hubiera mañana.

El cuerpo de Ryeo iba acostumbrándose a la intromisión del tercer dedo, con lentitud, pero ellos no tenían prisa.

Separaron sus labios y se miraron intensamente.

-¿Preparado?- preguntó Yesung sobre los finos y rojos labios del pequeño, este le miro con ojos vidriosos de la lujuria y amor, sonrió.

-Sí.

Yesung retiro sus dedos del interior de castaño y agarro su miembro con su mano, mientras que la otra la utilizaba para agarrar una de las piernas de Ryeo, para hacer mas fácil la intromisión.

Lentamente el mayor comenzó a introducirse en el delicado cuerpo de Ryeowook. Suavemente e intentado hacer el menos daño posible.

Ryeo poso sus manos sobre los hombros del mayor, y a cada cm que entraba Yesung el menor clavaba sus uñas sobre la piel morena.

Cuando Yesung hubo entrado totalmente, detuvo todo movimiento, dejando que el ya no virginal cuerpo de Ryeo se acostumbrara a su intromisión. 

Yesung besaba la fina cara de Ryeo, limpiando los restos de lágrimas saladas que humedecían la piel del pianista.

El cuerpo de Ryeo se comenzaba a acostumbrar a esa extraña sensación.

Con un ligero movimiento de cadera Ryeo le dio la señal al mayor para comenzar a moverse.

-Lo hare lo más delicado posible- le dijo sobre sus labios, mientras posaba sus manos sobre las caderas del pequeño y comenzaba a moverse.

Sus embistes eran lentos y suaves. Intentado que Ryeo se acostumbrara a la fricción. Yesung intentaba retener los gemidos que querían escapar de sus labios, pero la estrechez de Ryeo y los embistes le estaban haciendo delirar.

Entonces el cuerpo de Ryeo se curvo en un momento haciendo que soltara un sonoro gemido de placer. Yesung sonrió al darse cuenta de que había dado con ese ansiado lugar.

Con maestría comenzó a darle certeramente a ese lugar, para comenzar a acelerar sus estocadas.

Sus cuerpos empezaron a perlarse de sudor. La temperatura del ambiente había descendido unos cuentos grados al llegar la noche, pero sus cuerpos calientes no lo notaban.

Sus cuerpos se contorsionaban del placer que estaban sintiendo y sus gemidos eran cada vez mas entrecortados. Una de las manos de Yesung se había posado sobre el erecto miembro de Ryeo y había comenzado a estimularlo a la misma velocidad que sus movimientos de caderas.

Ambos unieron sus labios, realizando suaves caricias.

-Hyung…yo…- decía costosamente Ryeo, pues su respiración estaba acelerada- Me…voy…

-Yo… tam…bien…- contesto Yesung entre estocadas.

El mayor acelero sus embistes, provocando que sus gemidos comenzaran a ser más altos. Entonces Ryeo se vino manchando el pecho de su amante y el suyo propio. Yesung lo hizo unos segundos más tarde en el interior del pequeño, marcándolo como de su propiedad.

La respiración de ambos era errática y sus pulsaciones estaban aceleradas, pero ambos presentaban una sonrisa de satisfacción y amor en sus caras.

El cuerpo de Yesung cedió al cansancio y cayó sobre la delicada figura de Ryeo, pero sin aplastarlo. En un movimiento salió de su interior y se recostó a su vera, abrazándolo protectoramente.

Ambos se quedaron callados viendo como el cielo comenzaba a llenarse de estrellas, pero ambos mantenían sus sonrisas.

Yesung se giro y miro la delicada cara de Ryeo.

-Eres perfecto- le dijo para después besar su mejilla, Ryeo giro su cara y le miro.

-Te amo- le dijo sonriendo, Yesung sonrió alegre.

- Yo a ti también- contesto para después ambos volver a besarse.

Entonces ambos notaron el frio de la noche, se miraron y sonrieron.

-Creo que sería bueno que volviéramos, si te pones malo manager-hyung se enfadara conmigo- dijo Yesung- No creo que le hiciera gracia que el pequeño niño de voz angelical enfermara- le dijo con ojos enamorados, Ryeo sonrió.

-Yo no creo que les hiciera gracia que nuestra voz líder enfermara- comentó Ryeo acariciando los cachetes de Yesung.

Ambos se levantaron para volver a la casa y decir adiós a esa playa que había sido testigo de su primera vez, de su amor de sal. 

1 comentario:

  1. Es cómo la millonesima vez que leo este OneShot :3
    Y nunca me canso *-*
    Y nunca me cansaré *w*♡

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