Genero: Lemon, Yaoi, Romance
Clasificación: NC-17
Comentarios de la Autora: Este shot se me ocurrio al oir la cancion amor de sal, del sueño de morfeo, pero en si no es un song-fic.
Amor de Sal
Todos los miembros del famoso grupo sur coreano
“Super Junior” se encontraban en una hermosa y, que decir, grande casa de playa. Unos, como era el caso
de Sungmin y Kyuhyun, conversaban sentados en el sofá cogidos de la mano y
sonriendo. Otros como Donghae y Eunhyuk jugaban al baloncesto en el patio que
la casa tenia. Leeteuk y Heechul se encontraban en la cocina “intentado”
cocinar algo decente, pues el manager les había prohibido a Ryeowook y a Sungmin
cocinar nada. Siwon y Shidong se encontraban en el salón de la casa viendo una
película, de género cómico. Zhoumi se encontraba escuchando al joven Henry
practicar con su violín.
Ryeowook caminaba
tranquilamente por la playa dejando que los granos de arena rozaran sus piernas
y le produjeran un ligero cosquilleo. Necesitaba aclarar algunas ideas y estar
en la casa no le ayudaba.
Pero desde hacía un rato sentía que le
seguían. Tenía miedo de que fuera una acosadora, quería mucho a sus fans, pero
algunas eran verdaderas locas. Aceleró el paso, intentado alejarse. Pero seguía
sintiendo esa presencia detrás de suya.
Ryeo se giro, el miedo
le había podido, y entonces alcanzo a ver a su “acosador”. Un grito y un
posterior suspiro todo ello conjuntamente con un movimiento de mano hacia el
pecho provoco que ambos jóvenes rieran.
-Hyung me asustaste-
dijo el joven el cual continuaba con su mano sobre el pecho, donde su acelerado
latido disminuía ligeramente.
-Perdona Ryeo- contesto
Jong-Woon sonriendo.
-¿Qué haces aquí
Hyung?- pregunto, mientras el mayor se acercaba a esta el quedando ambos a la
misma altura.
-Le pregunte a Sungmin dónde
estabas, pero no sabía, y Kyuhyun me dijo que te vio salir, y….
-¿Te preocupaste por
mi?- pregunto el castaño.
-No…- dijo el mayor, el
cual comenzaba a sonrojarse.
Ryeo sonrió y acaricio
levemente las mejillas de su Hyung, Yesung alcanzo a ver que los ojos de Ryeowook
estaban rojos y que tenia ligera marcas húmedas- Gracias- dijo el pequeño- Pero
no deberías preocuparte- añadió, para después girarse y continuar su paseo por
la playa.
Yesung le vio seguir
caminando.
-Ryeo- le llamo, el
menor se giro- ¿Qué te ocurre?- preguntó acercándose de nuevo.
-Nada- contestó el
pianista en voz baja, mientras sonreía.
-¿Por qué será que no
te creo?- dijo Yesung mientras agarraba las manos del joven y depositaba un
suave beso sobre ellas.
Ryeo miro los ojos de
Yesung, dejándose arrastrar por esas orbes negras que amaba.
-¿Qué te pasa pequeño?-
preguntó Yesung, mientras lo encarcelaba entre sus fuertes brazos, Ryeo dejo su
cara reposar sobre el pecho de moreno.
-Hyung, ¿Estar
enamorado es un delito?- preguntó alzando su cabeza para mirar intensamente al
mayor, Yesung bajo su cabeza y vio como la pregunta era sincera.
-No- contestó Yesung,
Ryeo apretó sus manos sobre la ropa del mayor arrugando la camiseta del mayor.
Yesung no entendía el
sufrimiento del menor, pero apretó su abrazo.
-¿Entonces porque
siento que esto no estaba bien?- volvió a preguntar el joven mientras pequeñas
lagrimas volvían a escapar de sus ojos.
-¿El que no está bien Wook?-
preguntó el mayor, mientras escuchaba como unos ligeros hipidos escapaban de
los labios del castaño.
-Estar enamorado de un
hombre- contestó, Yesung se separo levemente del pequeño, Ryeo no se
sorprendió, seguramente el mayor no le agradaría estar ahora con él.
-¿De quién te
enamoraste Ryeo?- preguntó el mayor, Ryeo tenía su cabeza gacha, lo cual no le permitía
ver los ojos del mayor.
Wook se separo del
mayor, seco sus lagrimas y le sonrió- No importa- añadió mientras volvía a
girarse.
Yesung no entendía
nada, pero a la vez entendía como se sentía Ryeo. Se fijo como el pequeño se
sentaba sobre la arena, colocando la toalla que tenía en las manos sobre ella pero
sin extenderla, y miraba al atardecer con su cabeza apoyada sobre sus rodillas.
Se sentó a su vera, observando el delicado rostro de Ryeo, sus mejillas
sonrojadas, pudiera ser de la vergüenza que tenía o porque el sol había
incidido tanto en ellas que las había quemado levemente. Y sintió su corazón
latir rápidamente.
-Sabes- comenzó Yesung,
después de unos minutos de silencio- No creo que estar enamorado de un hombre
sea un delito, estar enamorado es un don- comento el mayor- es algo que solo
los seres puros pueden sentir- contesto- me alegro de que estés enamorado Ryeo-
Como yo, se dijo a si mismo.
-¿no te doy asco porque
me gusten los hombres?- pregunto el joven, mirando a su Hyung.
-Nunca me darías asco Wook-
contesto el mayor, mirando a su compañero de grupo, regalando una hermosa
sonrisa- Estas enamorado, el corazón no elige a quien amar- contesto.
-¿Has estado enamorado?
-No he estado, estoy- contesto Yesung, manteniendo
su mirada al frente viendo como el sol casi desaparecía por el horizonte.
-Me alegro Hyung- contesto Ryeo, pero su voz había
sonado apagada.
-¿Quieres saber de quién estoy enamorado?- le
pregunto, Ryeo no se atrevía a contestar, ¿Deseaba saber a quién amaba su
Hyung?
Yesung podía leer la inseguridad en los ojos de
Ryeo, pero tenía que decírselo.
-Estoy enamorado de una persona hermosa- comenzó el
mayor, Ryeo le escuchaba aunque no lo deseara- Desde hace años esa persona ha
formado parte de mi vida. Es única, tiene una gran voz y una sonrisa que me
hace suspirar, aunque no lo sabe- comento, Ryeo comenzó a llorar silencioso
mirando al mar, se alegraba de que su Hyung se hubiera enamorado de una chica,
al parecer hermosa- Es muy inteligente, aunque esa persona es más pequeña que
yo- siguió hablando Yesung- Y tiene unos ojos que adoro, son muy expresivos y
me dicen todo lo que piensa, pero odio verlos llorar como lo hacen ahora-
finalizo Yesung, Ryeo tardo unos segundos en terminar de analizar la frase,
giro su cara levemente para mirar al mayor el cual le sonreía- Te amo- le dijo
con mejillas rojas y a escasos centímetros de su cara.
-Hyung…- pero Yesung se había apoderado de sus finos
labios, dejando un suave cosquilleo sobre ellos.
Ryeo estaba estático, ¡Yesung le estaba besando!
Sus labios jugaban con los suyos, dejando un ligero
sabor mentolado sobre ellos. Los dientes de Yesung se clavaron levemente sobre
su labio inferior, haciendo que un ligero gemido escapara de su boca. Cuando se
separaron Yesung sonreía, y Ryeowook estaba rojo.
-Te amo, Wook. Y espero que tu a mí, porque sino
creo que he metido la pata hasta el fondo- susurro le mayor sobre sus labios, mientras
le miraba intensamente.
-Yo… También te amo Hyung- le dijo sobre sus labios,
provocando ligeros roces que daban descargas eléctricas.
Yesung sonrió, haciendo que sus marcados mofletes se
hincharan, haciendo que Ryeo sonriera.
Con cuidado el mayor agarro la cara del castaño,
para después volver a besar esos finos y suaves labios. Lentamente hizo que RyeoWook
se fuera acostando sobre la fina arena, con el encima. Sus cuerpos estaban totalmente
pegados.
Las manos de RyeoWook fueron al cuello de Yesung,
mientras que las de este bajaban hasta la cintura del pequeño.
El beso suave y parsimonioso, comenzó a tornarse
apasionado, tanto que provoco que el aire faltara en sus pulmones.
-Te amo- repitió Yesung, mientras besaba el fino
cuello de su dongsae.
-Te también te amo, Hyung- le contesto el menor
entre ligeros gemidos, jugaba con sus cabellos, haciendo que las finas hebras
se enredaran entre sus dedos.
Yesung se separo levemente de Ryeo, y observo al
menor.
-Eres hermoso- le dijo mientras acariciaba su cara
con sus pequeñas manos, Ryeo le sonreía con mejillas sonrojadas.
Las manitas de Yesung se colaron debajo de la
camiseta del pianista retirándola lentamente, dejando expuesto el blanco pecho
del menor. Las manos de Ryeo realizaron la misma acción dejando al descubierto
el moreno pecho del mayor, moreno comparado con el suyo propio.
Sus labios volvieron a colisionar, en un beso
intenso pero lento. No había prisa, solo ellos dos, y la playa como testigo.
El sol casi oculto dejaba un reflejo anaranjado, el
cual dibujaba sus siluetas sobre la arena.
Entre el beso, terminaron girando, haciendo que
fuera Yesung el que terminara acostado sobre la arena y Ryeo sobre sus caderas.
Se sonreían como tontos. Mientras sus manos continuaban recorriendo el cuerpo
amado.
Yesung se incorporo quedando sentado, pegando su
pecho al de Ryeo. Sus pieles ardientes contactaron provocando que una
placentera corriente recorriera cada molécula de su cuerpo.
Las manos de Yesung, descendieron por todo el cuerpo
de Ryeo hasta llegar a su trasero, donde se posaron, acariciándolo. Ryeo tenía
su cara escondida en el hueco del cuello del mayor, dejando que sus gemidos
chocaran contra el fino cuello del moreno.
Lentamente Yesung volvió a tumbar a Ryeo y a
continuación retiro sus pantalones, que eran en realidad un bañador hasta las
rodillas, haciendo que el desnudo cuerpo de Ryeo quedaba expuesto a sus ojos.
-Hermoso- volvió a repetir, para después comenzar a
besar cada trozo de piel que había a su alcance.
Los gemidos de Ryeo no se hicieron esperar. Estos
eran música para los oídos de Yesung. Los labios de Jong-Woon besaron el hueso
de la clavícula de Ryeo, para después comenzar a bajar lentamente por su pecho,
dejando un ligero rastro húmedo. Su lengua delineo los abdominales de Ryeo, los
cuales comenzaban a marcarse por los entrenamientos. Sus dedos acariciaban los
costados de su pecho, mientras que los de Ryeo se enterraban en la fina arena, esta
se pegaba a su espalda, pues comenzaba a sudar.
Yesung bajo hasta el erecto miembro de Ryeo y lo
acaricio suavemente, dejándolo como un ligero contacto. Los labios de Yesung fueron hasta esa
palpitante erección, la cual lamio delicadamente, arrancando un ronco gemido a
Wook. El mayor sonrió y volvió a repetir la acción.
Los gemidos de Ryeo comenzaban a ser más intensos y
seguidos. Lo que hacía a Yesung aumentar la intensidad de sus lamidas y
succiones.
-Hyung- gimió Ryeo- Para Hyung.
-¿Por qué?- pregunto Yesung, haciendo que su aliento
chocara sobre el miembro de Ryeo.
-Porque no aguantare- fue la escueta respuesta del
menor, lo que provoco que Yesung sonriera, pero eso no logro que Yesung dejara
de lamer la erección del menor.
Ryeo, cogiendo fuerzas que no sabía que tenía, logro
retirar a Yesung de su miembro, para acercar después sus labios a los suyos.
-Te dije que lo dejaras- le dijo sobre sus labios.
-Es que eres adictivo- le contesto antes de volver a
besar sus labios.
El moreno quería tocar cada parte del cuerpo de
Ryeo, pero se dio cuenta que la arena se había pegado a sus cuerpos. Miro a
Ryeo a los ojos y se mordió el labio inferior.
-Vamos- le dijo mientras se levantaba y retiraba el
también su bañador.
El menor le miro, pero también se levanto, agarrando
la mano que el mayor se le tendía. Y así juntos fueron hasta el agua.
-Te tengo que limpiar bien- le dijo mientras ambos
entraban en el agua, fría contrastada con su caliente piel.
Se metieron hasta que esta les llego hasta las
caderas. Yesung rodeo sus brazos a la fina cintura de Ryeo mientras este subía
las suya hasta el cuello del mayor, para comenzar a jugar con sus cabellos. Sus
labios volvieron a encontrarse.
El sol ya extinto en el cielo, había dejado paso a
la luna llena que iluminaba todo dejando ver dos cuerpos en el mar, y como las
olas del mismo mojaba sus cuerpos, limpiando los restos de la arena. Ambos se
miraron tras separar sus labios y volvieron a sonreírse.
-Te amo Wooki- repitió el mayor, mientras daba
ligeros besos desde la mejilla de Ryeo hasta su cuello.
-Yo también te amo Hyung- respondió el pequeño
mientras bajaba sus manos por el definido cuerpo de Yesung.
-Wooki, ¿estás seguro de que quieres esto?- el menor
le miro intensamente y su respuesta fue únicamente sus labios sobre los del
mayor.
Las manos de Yesung bajaron hasta el trasero el
menor, el cual comenzó a acariciar y masajear, provocando que ligeros gemidos.
Lentamente un dedo comenzó a adentrarse en el interior de Ryeo, esa intromisión
fue dolorosa, no solo por la intromisión en si, sino también por la sal del mar.
-Hyung, me duele- dijo el pequeño, Yesung se separo
y le miro a los ojos.
-Salgamos- dijo el mayor, tomo a Ryeo de la mano y
juntos salieron del agua.
Así ambos volvieron a la arena, pero esta vez
extendieron la toalla que el menor había cargado, era bastante grande, lo que
dejaba espacio para que ambos pudieran moverse sin problemas.
Ryeo se tumbo sobre la toalla, y Yesung se coloco
entre sus piernas. Volviendo a unir sus labios en el proceso.
-Hyung… inténtalo… de… nuevo- decía Ryeo entre
besos.
El mayor volvió a dirigir sus dedos a la entrada del
menor, donde comenzó a introducir uno lentamente, esta vez fue un poco menos
molesta que la anterior, cosa que Ryeo agradeció. Poco a poco el pequeño cuerpo
de Ryeo se iba a acostumbrado a la intromisión, Yesung dándose cuenta de ello
introdujo un segundo dedo. El cuerpo de Ryeo se encorvó, haciendo que su espalda
se alzara del suelo.
-¿Paro?- pregunto el mayor demasiado preocupado, el
menor negó con su cabeza.
-Te quiero en mi interior- fue la respuesta de Ryeo,
el cual agarro la cara de Yesung entre sus manos y unió de nuevo sus labios en
un fogoso beso.
Yesung continuo estimulando la entrada de Ryeowook,
con su mano libre sobre el miembro del menor y sus labios besando los del
eternal-magnae, como si no hubiera mañana.
El cuerpo de Ryeo iba acostumbrándose a la
intromisión del tercer dedo, con lentitud, pero ellos no tenían prisa.
Separaron sus labios y se miraron intensamente.
-¿Preparado?- preguntó Yesung sobre los finos y
rojos labios del pequeño, este le miro con ojos vidriosos de la lujuria y amor,
sonrió.
-Sí.
Yesung retiro sus dedos del interior de castaño y
agarro su miembro con su mano, mientras que la otra la utilizaba para agarrar
una de las piernas de Ryeo, para hacer mas fácil la intromisión.
Lentamente el mayor comenzó a introducirse en el
delicado cuerpo de Ryeowook. Suavemente e intentado hacer el menos daño
posible.
Ryeo poso sus manos sobre los hombros del mayor, y a
cada cm que entraba Yesung el menor clavaba sus uñas sobre la piel morena.
Cuando Yesung hubo entrado totalmente, detuvo todo
movimiento, dejando que el ya no virginal cuerpo de Ryeo se acostumbrara a su
intromisión.
Yesung besaba la fina cara de Ryeo, limpiando los
restos de lágrimas saladas que humedecían la piel del pianista.
El cuerpo de Ryeo se comenzaba a acostumbrar a esa
extraña sensación.
Con un ligero movimiento de cadera Ryeo le dio la
señal al mayor para comenzar a moverse.
-Lo hare lo más delicado posible- le dijo sobre sus
labios, mientras posaba sus manos sobre las caderas del pequeño y comenzaba a
moverse.
Sus embistes eran lentos y suaves. Intentado que
Ryeo se acostumbrara a la fricción. Yesung intentaba retener los gemidos que
querían escapar de sus labios, pero la estrechez de Ryeo y los embistes le
estaban haciendo delirar.
Entonces el cuerpo de Ryeo se curvo en un momento
haciendo que soltara un sonoro gemido de placer. Yesung sonrió al darse cuenta
de que había dado con ese ansiado lugar.
Con maestría comenzó a darle certeramente a ese
lugar, para comenzar a acelerar sus estocadas.
Sus cuerpos empezaron a perlarse de sudor. La
temperatura del ambiente había descendido unos cuentos grados al llegar la
noche, pero sus cuerpos calientes no lo notaban.
Sus cuerpos se contorsionaban del placer que estaban
sintiendo y sus gemidos eran cada vez mas entrecortados. Una de las manos de
Yesung se había posado sobre el erecto miembro de Ryeo y había comenzado a
estimularlo a la misma velocidad que sus movimientos de caderas.
Ambos unieron sus labios, realizando suaves
caricias.
-Hyung…yo…- decía costosamente Ryeo, pues su
respiración estaba acelerada- Me…voy…
-Yo… tam…bien…- contesto Yesung entre estocadas.
El mayor acelero sus embistes, provocando que sus
gemidos comenzaran a ser más altos. Entonces Ryeo se vino manchando el pecho de
su amante y el suyo propio. Yesung lo hizo unos segundos más tarde en el
interior del pequeño, marcándolo como de su propiedad.
La respiración de ambos era errática y sus
pulsaciones estaban aceleradas, pero ambos presentaban una sonrisa de
satisfacción y amor en sus caras.
El cuerpo de Yesung cedió al cansancio y cayó sobre
la delicada figura de Ryeo, pero sin aplastarlo. En un movimiento salió de su
interior y se recostó a su vera, abrazándolo protectoramente.
Ambos se quedaron callados viendo como el cielo
comenzaba a llenarse de estrellas, pero ambos mantenían sus sonrisas.
Yesung se giro y miro la delicada cara de Ryeo.
-Eres perfecto- le dijo para después besar su
mejilla, Ryeo giro su cara y le miro.
-Te amo- le dijo sonriendo, Yesung sonrió alegre.
- Yo a ti también- contesto para después ambos
volver a besarse.
Entonces ambos notaron el frio de la noche, se
miraron y sonrieron.
-Creo que sería bueno que volviéramos, si te pones
malo manager-hyung se enfadara conmigo- dijo Yesung- No creo que le hiciera
gracia que el pequeño niño de voz angelical enfermara- le dijo con ojos
enamorados, Ryeo sonrió.
-Yo no creo que les hiciera gracia que nuestra voz
líder enfermara- comentó Ryeo acariciando los cachetes de Yesung.
Ambos se levantaron para volver a la casa y decir
adiós a esa playa que había sido testigo de su primera vez, de su amor de sal.
Es cómo la millonesima vez que leo este OneShot :3
ResponderEliminarY nunca me canso *-*
Y nunca me cansaré *w*♡