[KyuMin] Anatomía de Min

Pareja: KyuMin
Genero: Lemon, Romance,Yaoi
Clasificación: NC-17

Anatomía de Min

Estaba sobre mi cama, estaba había sido invadida por mis múltiples apuntes de anatomía, además de mis pesados volúmenes. Suspire sonoramente al ver la torre de apuntes que para mi desgracia tenía que aprenderme en menos de 2 semanas.

-Odio la anatomía- grité.

-Si tanto odias la anatomía estudia otra cosa- me dijo la voz de mi hyung y compañero de piso.

-No seas tonto- contesté mirando a Sungmin el cual acababa de aparecer por la puerta de la habitación.

-Respeta a tus mayores- me ordenó mientras se acercaba a mi- ¿Por qué están difícil?- me pregunto mientras se sentaba en el suelo, justo enfrente de mi cama.

-Pues…- pero me calle, acababa de fijarme en mi hyung, se le veía tan lindo así, con su mirada puesta sobre mis apuntes mientras su camiseta rosada se le subía un poco-

-Kyu-dijo despertándome de mi ensoñación, alzando la cabeza y girándola dándole un toque infantil-¿te pasa algo?- yo negué con la cabeza- ¿seguro?

-si, hyung- una idea se me cruzo por la cabeza.

-Oh, vale- contestó sonriendo- Entonces ¿Por qué es tan difícil?- me volvió a preguntar.

-Porque no tengo nadie que me ayude- contesté con voz frustrada, mi hyung me miro y después sonrió haciendo que su cara se iluminara.

-Si quieres te puedo ayudar- afirmó con inocencia, sonreí interiormente, había sido más fácil de lo que pensaba.

-No hace falta hyung, la anatomía es aburrida- comenté, mientras cogía unos folios y hacia como que los miraba.

-Pero de  verdad que quiero ayudarte a estudiar, tienes que aprobar ese examen- me dijo mientras se incorporaba y sentaba a mi lado- A ver… ¿en qué te ayudo?

-Pues… ¿Hyung que tan bien se te marcan los músculos del pecho?- pregunte inocentemente, el se sonrojo.

-Yo… esto…- tartamudeo- creo que bien… al fin de cuentas soy profesor de artes marciales- terminó por contestar, mientras sus mejillas se tornaban escarlatas-

-¿Podrías quitarte la camiseta?, así podría memorizar exactamente donde están los músculos- el me miro intensamente, pero yo solo de devolví una mirada inocente.

-Claro Kyu- contestó, se retiro la camiseta dejándome ver su desnudo pecho. Si que estaba bien formado. Mi mirada se había posado sobre su pecho y me costaba mucho retirarla.

-túmbate- susurré, el me miro interrogante- Así me será más fácil- dije sonriendo, pero tenía serios problemas para que esta no fuera pervertida.

-Oh vale Kyuniie- me contestó sonriendo, aunque seguía teniendo un marcado sonrojo.

-Solo podre mirarme los superiores, pero bueno eso me será de una gran ayuda hyung- comenté sonriendo, el me miro y asintió.

Cuando hubo estado totalmente tumbado, yo cogí mi atlas y comencé a leer.

-Pectoral menor, a ver desde la apófisis coracoides de la escapula hasta la cara antero lateral de la 3º, 4º y 5º costilla- leí mientras acariciaba las zonas donde debía estar dicho musculo, la piel de Sungmin se erizo, eso me hizo sonreír- Pectoral mayor- dije mientras miraba de nuevo mi atlas- a ver desde aquí- susurre mientras acariciaba la clavícula, esternón y cara anterior de las costillas- hasta aquí- añadí mientras acariciaba levemente con uno de mis dedos la piel del brazo, donde supuestamente terminaba el músculo.

La piel de Sungmin se erizaba a mi toque, tenía los ojos cerrados, sonreí, yo acababa de empezar.

-Serratos anteriores- volví a leer mirando mi atlas y mirando el cuerpo de mi hyung- estos son intermedios, pero a ti se te marcan muy bien hyung- dije mientras miraba los marcados músculos- a ver estos van desde aquí- comenté mientras recorría las hebras que eran esos músculos- hasta aquí, gua hyung- dije sonriendo, viendo como mi hyung mantenía los ojos cerrados- es genial poder estudiar así- comente sonriendo-A ver…- hice una pausa, esto me empezaba a aburrir- este es el recto del abdomen- añadí mientras acariciaba la piel que iba desde la última costilla hasta sínfisis del pubis, pero llegue solo hasta donde estaba el pantalón, notando como la respiración de Sungmin se hacía más pesada- estos son el oblicuo mayor y el oblicuo menor- y acaricié por encima de la cresta iliaca de la cadera hasta donde llegaban la costillas, note como las mejillas de Sungmin se coloreaban intensamente- hyung- susurre con voz sorprendida- se te nota muy bien la línea alba- dije mientras acariciaba la línea que separaba su abdomen, note como un pequeño problema comenzaba a surgir entre sus piernas, esto empezaba a ser interesante.

-Kyu- dijo de repente, mientras mis manos seguían acariciando la piel de su abdomen- Creo que debería irme- comento con voz entrecortada.

-¿Por qué hyung?- pregunte inocentemente, el abrió los ojos y me miro directamente, y creo que pudo notar el brillo de mis ojos.

-Porque….

-Tu piel es muy suave hyung- corté a  Sungmin mientras seguía acariciando- hyung déjame seguir estudiando- suplique mientras hacia un leve puchero.

-Pero….

-Anda hyung, los del cuello- el me miro y asintió pero no muy convencido.

-De acuerdo- dijo derrotado.

-Bien- hable con voz victoriosa, volviendo a coger mi Atlas, el cual había soltado- desde aquí- dije rozando la clavícula y el manubrio (hueso que se encuentra entre las dos clavículas es el que da la forma en V)- hasta aquí- dije rozando la base de la cabeza de Sungmin, provocando ligeras cosquillas y me pareció que soltaba un ligero gemido, sonreí victorioso- este es el musculo esternocleidomastoideo- comente leyendo el nombre del musculo-

Entonces mis dedos comenzaron a recorrer la cara de Sungmin, el me miro sorprendido.

-Kyu- susurro, sus mejillas se tornaron a un fuerte rojo.

-Hyung- comenté sonriendo- ya término, lo prometo- pero yo sabía que esto recién empezaba.

-Está bien- y suspiró.

-A ver estos son- comencé a recitar cada uno de los músculos de la cara, mientras mis dedos rozaban la piel de la cara notando lo ardiente que esta estaba- hyung- susurre mientras mis dedos se posaban sobre los rosados labios de mi hyung- que suaves- dije, Sungmin abrió sus ojos en demasía-

-Kyu- comento exaltado- pero que cosas dices- me dijo mientras se intentaba levantar, pero yo se lo impedí, agarrándole de un brazo, haciendo que cayera sobre mis piernas, haciendo que se quedara totalmente sentado sobre mi miembro el cual comenzaba a despertar.

-Kyuhyun- hablo con voz entrecortada- Suéltame, tienes que estudiar- me dijo mientras intentaba soltarse, pero era obvio que no hacia esfuerzo alguno, pues él era muy fuerte y no ponía muchos ánimos para soltarse.

-Sungmin- susurre cerca de su oído- Todavía hay un musculo tuyo, que quiero estudiar- dije mientras le abrazaba, notándola lo ardiente que estaba su piel- ¿Sabes cuál es?- pregunté mientras mordía ligeramente su cuello.

-Kyu- gimió- no…

Yo sonreí y agarre su cara para que me mirara, pude notar como su sonrojo había aumentado, y su respiración era errática, ¿eso lo había provocado mis toques? Eres la caña Kyu, me dije sonriendo.

-Tu lengua- comenté para después atacar los labios de Sungmin. Mi lengua se coló en la boca de Sungmin buscando la suya. Sungmin no se oponía al beso, es más, se había girado totalmente entregándose al beso.

Sus manos se aferraron a mi cabello mientras que las mías se habían posicionado sobre las suyas.

Despacio comencé a bajar mis manos, dando pequeñas caricias por la espalda de Sungmin. Mis manos llegaron hasta su trasero agarrándolo haciendo que un gemido saliera de sus labios. Con respiraciones entrecortadas cortamos el beso. Pero yo no quería parar, quería estudiar concienzudamente todo el cuerpo de Sungmin.

Recorrí con mis labios las zonas que mis manos habían estado tocando. De los rosados labios del rosado salían suaves gemidos, haciendo que me excitara más. Me incline poco a poco, haciendo que el comenzara a caer hacia atrás. Haciendo que quedara totalmente acostado sobre mi cama. Mis manos vagaron por todo su pecho, mientras que mis labios repetían el recorrido. Mi lengua comenzó a lamer los rosados pezones, haciendo que suculentos gemidos salieran de sus labios.

Las manos de Sungmin se colaron por debajo de mi camiseta, rozando la piel de mi pecho, arrancándome un rondo gemido. Sus finas manos me quitaron la camiseta, tirándola en alguno lugar de mi cuarto. Las mías fueron hasta los pantalones que cubrían sus piernas, retirándolos lentamente acariciando la fina piel de sus piernas.

Podía apreciar la erección que mi hyung cargaba. Sonriendo me incline hasta dejar mi boca a la altura de su cubierto miembro. Saque mi lengua y con ligeras lamidas comencé a humedecer la tela que lo cubría.

-Kyu- pronuncio mi nombre entre gemidos- Date prisa- añadió para después llevar sus manos a mi cabeza y hacer que nos besáramos fogosamente.

Mis manos fueron hasta los rosados bóxer y me deshice de ellos. Dejando en libertad a su erecto miembro. El cual agarre con mis manos, mientras continuaba el beso. Con suaves movimientos comencé a realizar movimientos de subida y bajada, haciendo que Sungmin gimiera sobre mis labios, dejándome notar su sabroso aliento.

Sus manos desesperadas fueron hasta mis pantalones, y comenzó a retirarlo, ayudándose de sus piernas., mientras continuábamos con el beso. Sentía que el oxigeno comenzaba a faltarme, pero no quería separarme de sus labios, pero mi instinto de supervivencia me lo exigía. Sonreí al separarme de Sungmin, sus labios estaban rojos, seguramente los míos lucían iguales.

Sus manos que ya se habían deshecho de mis  pantalones, fueron hasta mi ropa interior acariciando encima de esta, haciéndome gemir. Mis manos seguían sobre su miembro pero hacía rato que había dejado de estimularlo debido a las suaves manos de Sungmin que me desconcentraban.

Me aleje de él, saliendo de la cama, el me miro con una ceja alzada. Yo me retire la última prenda que me quedaba. Sungmin sonrió y abrió sus brazos pidiéndome que volviera a ellos.

Como un lobo que acecha a su presa me subí sobre la cama y gatee hasta el. Parándome cerca de su erección. Necesitaba saborearla. Así que con rápidos movimientos acerqué mi boca hasta el palpitante miembro y comencé a dar ligeras lamidas recorriendo desde sus testículos hasta su glande. Sus manos fueron a mi cabeza, apremiando mis lamidas. Yo acerque mis labios y con gula comencé a devorar la dura  pero suave carne. Sus gemidos empezaron  a inundar la habitación, haciendo que mi miembro se pusiera más duro.

Entonces Min agarro una de mis manos y dirigió mis dedos hasta su boca. Con su lengua comenzó a lamer cada uno de ellos, mientras sus ojos me miraban directamente, yo le devolvía la mirada mientras seguía saboreando le miembro de mi hyung.

-Kyu- me dijo- Prepárame- añadió con voz infantil, haciéndome tragar duro, eso fue demasiado erótico.

Dirigí mis manos hasta su rosada entrada, y la comencé a estimular con mis largos dedos. Con suavidad comencé a dilatar la entrada de mi rosado, mis dientes arañaban la piel del miembro mientras que mi lengua lamia cada arañazo. Sus gemidos subieron de nivel a medida que repetía la acción y además estimulaba su entrada.

-Hyunnie, te quiero dentro- casi grito mientras sus nudillos se tornaban blanquecinos debido a la presión que hacían mientras apretaba las sabanas.

Yo me incorpore, para después acercarme hasta sus labios y depositar suaves besos. Con una de mis manos agarre mi miembro el cual comencé a dirigir hasta su dilatada entrada mientras que la otra la entrelace con su mano.

-¿Listo?- pregunte, sobre sus labios-

-Si- contesto para después volver a juntar nuestros labios, haciendo que su lengua jugara con la mía.

Con lentitud comencé a entrar en mi hyung. Sintiendo como su cuerpo se tensaba y sus paredes aprisionaban mi miembro. Sus dientes mordieron mi labio inferior,  su mano libre clavaba sus uñas en mi hombro mientras que su otra mano apretaba más fuerte la mía.

Cuando hube entrado totalmente, sentí un gran placer. Separe mis labios de los suyos y comencé a lamer las pequeñas lagrimas que salían de sus ojos. Dirigí mi mano libre hasta su cara y la acaricie mientras que besaba la otra. El me miro y me hizo un asentimiento con su cabeza, indicándome que comenzara a moverme.

Solté la mano de Sungmin, para poner ambos a cada lado de la cabeza de Minnie, el llevo las suyas hasta mi cuello entrelazándolas allí. Nuestros ojos se mantenían en contacto. Entonces comencé a realizar los movimientos.

Yo gemí al sentir la estimulación, el también gimió soltando uno de placer entremezclado con dolor.

Sus piernas se alzaron enroscándose en mi cintura, haciendo que la penetración fuera más profunda, haciendo que ambos gimiéramos fuertemente.

Me separe de los sabrosos labios de Sungmin. Y escondí mi cabeza en el hueco de su hombro, haciendo que mi agitada respiración chocara contra su piel. Mis movimientos ganaron velocidad, haciendo que nuestros cuerpos friccionaran de una forma deliciosa, provocando que los fuertes gemidos de Sungmin inundaran la habitación.

Una de sus manos se soltó de mi cuello y se dirigió hasta su propio miembro comenzando a estimularlo a la velocidad de mis estocadas.

Con movimientos precisos comencé a darle al lugar que hacía que Sungmin gimiera más fuerte, que mas me daba que fueran tan agudos que pudieran dejarme sordo, era una deliciosa melodía que no quería que parara. Pero sabía que el final se acercaba pues comenzaba a sentir las ligeras cosquillas que me avisaban de que el orgasmo estaba por llegar.

Acelerando mis embestidas, sentí que el placer me inundaba. En una fuerte estocada me vine en el interior de Sungmin, marcando ese pequeño y delicioso cuerpo como mío, haciendo que un fuerte gemido escapara de mis labios, gimiendo el nombre de mi hyung. 

Con desesperación bese los labios de Sungmin, y lleve una de mis manos hasta el miembro de Sungmin, acelerando los movimientos, provocando que se viniera en nuestras manos, marcando nuestros sudorosos cuerpos.

Con la respiración agitada, me deje caer sobre el cuerpo de mi hyung. El me abrazo, mientras sus piernas continuaban sobre mi cintura.

-Kyu- susurro, pero con respiración errática- Me ha encantado ayudarte a estudiar anatomía- añadió mientras besaba mi cuello, haciendo que mi miembro volviera a saltar.

-Y a mí me ha encantado que me ayudaras a estudiar hyung- conteste mientras gemía, pues había mordido la piel de mi cuello- hyung- dije mientras me separaba de él, y salía de su interior- ¿Me ayudaras a estudiar anatomía todos los días?- pregunté mientras le miraba, el sonrió y se sentó dificultosamente.

-Encantado, hare que no te olvides nunca de la anatomía- comentó mientras juntaba de nuevo nuestros labios, mientras sus manos acariciaban la piel de mi espalda, y las mías acariciaba la piel de donde la espalda pierde su nombre.

Al parecer estudiar Anatomía no era tan odioso.