Genero: Humor, Romance, Fluff, Yaoi.
Clasificación: G, todos los públicos.
7 thing I hate about You
Ryeowook
volvió a dirigir su mirada hasta Yesung, el cual se encontraba a unos cuantos
asientos de distancia. Podía verle hablar animadamente con su mejor amigo,
Kyuhyun, sin prestar ninguna atención a la clase. Podía ver como su perfecto
cabello azabache brillante, largo hasta los hombros, se movía con su cabeza. Como
la ropa, a pesar de ser el estúpido
uniforme escolar, le quedaba perfecto. Como el profesor le preguntaba y le
respondía perfectamente a la pregunta.
-Te
odio, por ser tan perfecto- dijo Ryeowook tan bajo, que ni siquiera su mejor
amigo, Sungmin, pudo alcanzar a escuchar.
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Hoy
tenían clase de natación, Ryeowook abrió su taquilla y se dio cuenta que se
había olvidado su bañador-
-Porras-
susurro.
-Ryeo-
el nombrado se giro para encontrarse de lleno con el desnudo pecho de Yesung,
provocando que sus mejillas se sonrojaran levemente- ¿Qué paso?- preguntó el
mayor, el cual cargaba en su mano una toalla.
-Me he
olvidado mi bañador- le contestó intentado que su mirada no se enfocara en el
marcado pecho de Yesung.
-Toma,
te presto uno mío, siempre traigo de mas- le dijo el mayor sonriendo logrando
que su sonrojo se acentuara más- date prisa- fue lo que oyó el castaño antes de
ver como el cuerpo de Yesung salía del vestuario dejándolo solo en este.
-Te odio
por hacerme sonrojar- dijo mientras comenzaba a cambiarse.
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Se había
escapado de casa tras escuchar la noticia. Ryeowook corría, sin ver, pues las lágrimas
en sus ojos no le dejaban ver. Corrió hasta que llego a un parque infantil,
pero al ser la hora que era, ya no había niños. Se dirigió hasta uno de los
columpios, donde se sentó y comenzó a balancearse lentamente, con su cabeza
apoyada sobre uno de los fríos cables metálicos del columpio.
-Ryeo-
escucho a su espalda, sabia quien era- ¿Qué haces aquí?- preguntó esa persona,
la cual se coloco justo enfrente de él, dejándole ver tan perfecto como
siempre.
-Nada-
contestó con voz tomada.
-¿Por
qué lloras?- preguntó preocupado Yesung, mientras se hincaba en el suelo y le
miraba directamente a la cara.
-Hyung-
comenzó Ryeo- mis padres se van a separar- le respondió con lágrimas en los
ojos.
El mayor
le sonrió con dulzura y acaricio su cara con una mano mientras que la otra la
poso sobre su muslo.
-¿Y no
quieres que se separen?
-¡Claro
que no!- respondió Ryeo exaltado.
-¿Aunque
la felicidad de tus padres dependa de ello?- preguntó de nuevo, Ryeo alzo su
cabeza y le miro con ojos rojos.
-¿Felicidad?
-¿Por
qué crees que se separan?
-No lo
sé- contestó Ryeo sincero.
-Cuando
dos personas se casan lo hacen por amor, generalmente- comenzó el mayor- se que
tus padres lo hicieron por amor, los conozco, pero a veces ocurre que este se
acaba.
Ryeo le
miraba hablar.
-Pero…
-¿Crees
que dejaran de quererte?, porque yo sé que no, sería imposible- le dijo
sonriendo y con delicadeza retiro las lagrimas de los ojos de Ryeo.
Y Ryeo
sintió que su corazón sanaba un poquito. “Te odio, por lograr limpiar mis
lagrimas”. Se dijo Ryeo mientras observaba esa perfecta sonrisa.
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Le vio
hablar con Kibum, un chico con una sonrisa que había logrado que varias alumnas
se desmayaran. Vio como Kibum le hablaba y le hacía reír. Como Yesung le pasaba
el brazo sobre por el cuello y seguían caminado.
Y sintió
que en su interior algo se crispaba, no quería verle hablar con él.
-Te
odio- susurro mientras apretaba los puños- por lograr que desee matar a
tu hermano- se dijo a sí mismo con rabia y desapareció por el pasillo.
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A
Sungmin le habían concedido la beca de estudio en china, se iba a ir y dejarlo
solo. Ryeowook se dirigió al jardín trasero de la escuela donde se sentó sobre
el césped justo debajo de un árbol. Su mirada triste se poso sobre una de las
flores que habían cerca.
-¿Por
qué estas tan tiste?- preguntó una voz sobre él.
Ryeo
alzo la vista y pudo ver como Yesung estaba sentado sobre una rama del árbol
donde él estaba apoyado.
-Nada-
contesto, Yesung salto cayendo con estilo, es decir, estrepitosamente a su
lado, haciéndole sonreír.
-¿Es
porque Min se va?- preguntó, Ryeo asintió levemente, mientras observaba al
mayor levantarse- Bueno, me tienes a mi.
-No es
lo mismo- contestó Ryeo triste.
-Lo sé-
afirmó Yesung- No me gusta verte triste- comentó para después colocarse justo
enfrente de él, sacar su móvil y buscar algo en él y le guiñarle un ojo.
-¿Hyung?-
preguntó el joven extrañado.
Entonces
una canción comenzó a sonar desde el aparato, y lo siguiente que vio Ryeo fue
como Yesung se movía torpemente al ritmo de la música, provocando que una
carcajada saliera de sus labios.
-Eso está
mejor- dijo el mayor.
“Te
odio, por lograr hacerme reír”, se dijo a si mismo Ryeowook, mientras seguía
viendo como el mayor continuaba bailando.
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Ryeo se
encontraba sentado bajo el mismo árbol, donde había visto a Yesung bailar ridículamente.
-¿Sabes,
me tenias preocupado?- oyó a su espalda, y supo quien era- No te había visto en
todo el día- le comento mientras se sentaba a su lado- ¿Qué te pasa?
-Mis
padres ya se divorciaron- contestó con voz triste- Sé que lo que me dijiste es
verdad, pero yo no quiero perder a mi familia- añadió , mientras enterraba su
cara entre sus rodillas flexionadas.
-No la
vas a perder- le dijo Yesung- Tus padres siempre seguirán ahí, para lo que los
necesites- le comentó el mayor, para después agarrar su mano y sonreírle,
provocando que las mejillas de Ryeo se tiñeran de rojo. Yesung tiro de él y lo
acomodo entre sus brazos, dándole un fuerte abrazo provocando que su corazón
comenzara a latir desbocadamente.
“Te odio
por hacer que mi corazón quiera estallar”, se dijo a sí mismo, pero no se
separo del mayor.
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Volvía a
estar en ese columpio donde hacía varios meses se había sentado tras enterarse
de los de sus padres. Se columpiaba suavemente mientras esperaba a que Yesung
llegara, pues el mayor le había citado.
-Perdona-
oyó una voz a su lado, tenía sus manos
apoyadas sobre sus muslos y la respiración entrecortada- pero mi hermano no me dejaba
tranquilo- le comentó mientras se ponía recto y sentaba en el columpio de al
lado.
-No pasa
nada Hyung- comento Ryeo- ¿Qué querías?
-Yo…
Ryeo tengo que confesarte una cosa.
-¿Qué?- preguntó
extrañado el pianista.
-Yo… Te
amo- dijo el mayor, el cual tenía su mirada sobre las piedras del suelo.
Ryeo
enfoco su mirada sobre el mayor, parpadeo un par de veces incrédulo.
-¿Qué?-
volvió a preguntar casi sin voz.
-Que te
amo- contestó ahora el mayor mas seguro de sus palabras, Ryeo se quedo callado
asimilando las palabras dichas por el mayor- ¿No dices nada?- preguntó el mayor
impaciente.
Ryeo se
había inmerso en sus pensamientos. Esas palabras le habían hecho muy feliz. Su
corazón latía velozmente, sus mejillas se habían sonrojado y un grupo de
mariposas se había instaurado en su estomago.
Ahora muchas cosas comenzaban a
tener sentido.
-Yo…-
comenzó el menor- Te odio- dijo seguro de sus palabras, mientras le miraba.
-¿Qué?-
preguntó el mayor triste-Pero… Pero… ¿Por qué?- pregunto mientras en su cara
comenzaba a formarse un puchero.
-Te odio
por ser tan perfecto, por hacerme sonrojar, por ponerme celoso, por limpiar mis
lagrimas, por hacerme reír, por lograr que mi corazón lata fuertemente, y por
lograr que te ame- le contestó Ryeo sonriendo, el mayor cambio su cara de
tristeza por una de alegría, las palabras de Ryeo le habían hecho muy feliz.
Se
levanto de un salto del columpio y se puso delante de Wooki. Yesung sonrió, para después
acercarse lentamente hasta Ryeowook. El menor cerró los ojos y espero es
contacto tan odiado, un beso que provoco que su corazón comenzara a latir
furiosamente. Sus labios hicieron contacto, lentamente ambos instauraron un
lento vals, algo inexperto por parte de Ryeo, pero no por ello menos placentero
y romántico. La lengua de Yesung hizo una ligera presión sobre el labio
inferior de Ryeo, pidiendo permiso el cual fue concedido. Sus lenguas hicieron
contacto, descubriendo el adictivo sabor de ambos. Desfrutando del contacto.
Pero el aire comenzaba a faltar.
Cuando
se separaron, las manos de Yesung seguían posadas sobre las mejillas del menor
y las de Ryeo habían ido hasta las del mayor.
-Si me
amas, entonces ódiame todo lo que quieras- le dijo el mayor, volviendo a besar
esos labios, haciendo que Ryeo sonriera en el beso.
ooh..que lindo :D Yewook!!! Yewook!!!
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